Ayer día 25 es el día de la Eliminación de la violencia contra la mujer. Un
tema delicado y del que cada vez estamos más concienciad@s. Pero aún
queda mucho camino por delante. Hace falta reflexión, educación para generar un
respeto entre personas y para identificar lo qué es maltrato de lo que no lo es.
Detectarlo nos parece muy complicado. Imaginamos que tod@s tenemos
claro que no se puede permitir la violencia física pero no es tan
sencillo identificar el maltrato psicológico de comentarios que
cualquiera podriamos decir por estar enfadad@s.
Maltrato psicológico
El Gobierno de Navarra presentó una campaña Nosologolpes donde
se escuchan diferentes audios en la que hay que levantar una mano cuando el maltrato es detectado. Os invitamos a que lo escuchéis. Los hicimos, es complicado. Preguntamos a una de las organizadoras cuál era la respuesta correcta, ¿qué era maltrato y qué no? La chica nos dijo que
era subjetivo que hay personas que aguantan más o otras menos. No nos
convenció demasiado esta respuesta pero creemos muy difícil marcar una
línea.
Entonces ¿qué es el maltrato psicológico? ¿Un chantaje emocional o
una actitud pasivo agresiva son maltratos psicológicos? ¿Alguien está
libre de no haber tenído estas actitudes nunca? ¿Somos conscientes de
cuándo las realizamos o las justificamos? ¿Se convierte en maltrato una actitud que se hace por sistema o lo es en sí misma? ¿El maltrato
psicológico es únicamente sexista?
Personalmente, nos hacemos una pregunta basada en la empatía para detectar una actitud o comportamiento abusivo: ¿cómo te sentirías si te lo hiciesen a ti? Puede que haya respuestas a esta pregunta que no sean maltrato en sí, pero si causan dolor o incomodidad tampoco son agradables ni respetuosas. Por lo tanto, conviene ser cuidados@s en esos momentos.
Está bien conocer qué actitudes son maltrato para concienciar. Pero ¿qué podemos hacer para que las personas no lleguen a realizar maltrato psicológico? Aquí es donde entra la educación emocional no sólo para no tener comportamientos abusivos o no permitirlos sino para ser más felices en general. Pero éste es tema para otro día.
De víctima a verdugo.
Es
muy fácil pasar de víctima a verdugo, no lo criticamos, es un hecho. Sólo
pensad en un momento de vuestra vida en el que os hayáis sentido heridos por
cómo os han tratado. ¿Qué sentías y deseabas? Ira, rabia, venganza, o comportamientos compensatorios por el sufrimiento, son pensamientos que se nos pueden pasar por la mente. Es natural porque es doloroso.
Justo
esta semana hemos conocido 2 casos similares (que no detallaremos porque
no son nuestras historias) donde víctimas de maltratos reaccionaban
violentamente a situaciones en las que unas personas sin ninguna
intención de dañarlas habían hecho algo que les había ofendido. En el primer caso una
persona recibió un puñetazo de una víctima de maltrato con los
correspondientes insultos de machista, etc. En el segundo, otra persona fue
humillada y ridiculizada cruelmente en público por un comentario en el
que hirió a la persona maltratada por su situación personal y que de
otra manera no hubiese sido ofensivo. No hablaban esas personas, hablaba su dolor pero eso no justifica su comportamiento.
Las personas agredidas fueron acusadas
de machistas y no lo son. Ambas se sintieron tremendamente
culpables y sintieron haber causado dolor, pero lo cierto, es que una
fue golpeada y la otra humillada. Por lo tanto, fueron victimas de una
agresión.
Nos preocupa que a veces, debido a la
dificultad, crucemos una línea en el que veamos sexismo y maltrato donde
no lo hay. Guíados por la corrección política, y por la ideología de
género de algunos grupos feministas que pretenden determinar lo qué es y lo qué no es
sexista, sin dejar espacio a la reflexión. Ahí es donde se convierte en
una ideología y no en algo educativo, analizado y aprendido
conscientemente de manera individual. Es complicado, es delicado y hay
que tener cuidado, no vaya a ser que nos convirtamos en verdugos sin
pretenderlo.
No importa el género.
Sabemos que hoy es el día de la Eliminación de la violencia contra la mujer, no contra el hombre. Sin embargo, el maltrato es el maltrato no importa de donde venga. No importa que sea hombre o mujer. Es cierto que cada vez que se piensa en violencia de género nos viene a la mente, a la mayoría, que la víctima sea mujer y el maltratador un hombre. Casi todas las campañas están dirigidas así, y es porque en su mayoría, los maltratos son del hombre a la mujer.
Pero nos parecería injusto, no mencionar la existencia del maltrato de la mujer al hombre y reflexionar sobre este tema porque socialmente, aunque no nos guste, no reaccionamos (en general) de la misma manera.
No juicio.
Una
vez tuvimos la oportunidad de escuchar, de la propia protagonista, la
historia de su maltrato. Tremendamente conmovida por un relato
desgarrador fui incapaz de comprender porqué aquella mujer permitió
durante tantos años el maltrato de su marido. Se quedó con él, no
denunció nada, e hizo caso omiso de la ayuda que le ofrecieron.
Observamos nuestra mezcla de sentimientos juzgando a aquella mujer por no haberle
plantado cara al maltratador, y que además, podría haber muerto. Nos dimos cuenta de
lo injustos y arrogantes que estabamos siendo. No eramos nadie para juzgar, porque desde
fuera es muy fácil aconsejar a una persona que deje toda su vida y
empiece una nueva. Pero no dejabamos de preguntarnos qué habríamos hecho nosotros en
su situación. Parece sencillo, pero creo que es absolutamente complejo,
doloroso y valiente.
Vemos una tendencia en condenar
demasiado a la ligera a personas
y situaciones. Cierto es que no podemos permitir el maltrato, y resulta
muy sencillo culpar al maltratador y ser compasivos con la víctima. Es
así, en ningún caso es culpa de la víctima, es fácil empatizar con
ella. Pero ¿cómo llega el
maltratador/a a serlo? ¿no se podría considerar "enfermendad" mental y
proporcionar ayuda psicológica para que no continuase siéndolo? ¿O
simplemente
debe ser castigado porque es una mala persona y no hay remedio?
Por
todas estas preguntas, la educación en la igualdad y las emociones
tiene que tener una gran importancia en la sociedad. Hoy es el día
de la eliminacion de la violencia contra la mujer, y el tema merece una reflexión y observación de nosotr@s mism@s. Si no eres tú ¿quién? Si no es
ahora, ¿cuándo?
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